El papel de la experiencia estética en el proceso de aprendizaje

Abstract

Durante la modernidad ilustrada la idea de estética se centraba en la relación entre la Belleza y el Arte. La experiencia estética extraordinaria se ubicaba en el centro, aunque ésta se limitaba exclusivamente al ámbito artístico. En cambio, en la era contemporánea, principalmente en la segunda mitad del siglo XX, se da un giro hacia una nueva tendencia, la estética cotidiana. Por ello es tan emblemática la obra escrita por John Dewey en 1934, El arte como experiencia, ya que permitió abrir un nuevo campo de estudio hacia un concepto más amplio de la belleza en el que nunca se había puesto un gran interés. El autor, a raíz de este nuevo campo y junto con la obra "Experiencia y educación" de Dewey, escrita en 1938, trata de demostrar que arte, experiencia, entorno y educación están relacionados entre sí y tienen una fuerte implicación a la hora de formar a las personas. El trabajo se centra en cómo la experiencia estética tiene la capacidad de educar a las personas, observando la nueva concepción de la estética y en cómo esta se encuentra en la vida diaria de las personas, educándolas de manera indirecta. Además, el trabajo también busca definir una educación más centrada en el mundo de experiencia estética para dar una formación más íntegra y completa de los alumnos.