Festival Mutek, Sede BARCELONA: influencia sobre el desarrollo profesional de los artistas que participan en el showcase

Abstract

En la actualidad son muy pocos los festivales que promueven o se dedican exclusivamente a trabajar con artistas emergentes (de música electrónica). Para efectos de esta investigación, nos centraremos principalmente en uno muy reconocido y representativo de la escena electrónica y audiovisual, que promueve propuestas experimentales y vanguardistas a nivel mundial. Este estudio se centrará principalmente en la realización de su edición en la ciudad de Barcelona: Festival MUTEK. Festival Mutek, este año celebra este el aniversario Nº21 desde su creación en la versión original de Canadá y en marzo del presente año ya realizó la edición Nº13 en la ciudad de Barcelona. La capital catalana alberga a la sede internacional más activa del festival y a su haber, cuenta con cientos de artistas, realizaciones, showcases, simposios, lanzamientos y eventos relacionados a Mutek. Delimitamos este trabajo en el período actual marcado por el COVID-19. Entre las consecuencias globales que han afectado a la industria cultural, en particular a la disciplina de la música, nos concentramos en una muy representativa y evidente: el fomento a la brecha distintiva entre las categorías de artistas de “clase alta” y “clase media”. A fines de Diciembre de 2021, prácticamente no quedaban recintos disponibles para todo el año 2022 en España, siendo todos estos equipamientos reservados y ocupados por grandes nombres del mainstream respaldados por marcas o agencias con mucha trayectoria, de ello podemos deducir que el estadio de baja empleabilidad para bandas y proyectos no consagrados en el circuito, podría durar por lo menos un par de años más, subyugados también a la recalendarización de festivales, que desde que se decretó la pandemia no han podido ser llevados a cabo. Siendo la música, uno de los sectores que más temprano y de manera más violenta se sintió afectado por la crisis de la pandemia, también será uno de los últimos en reponerse y salir de ella. La cancelación de conciertos, festivales y giras, el cierre de tiendas de discos, el impacto de las medidas sanitarias sobre los derechos de comunicación pública, han producido un bloqueo literal de todas las fuentes de ingresos para músicos, artistas, sellos y todo el universo de profesionales que trabajan en la industria (técnicos, asistentes, productores, bookers, managers, promotores, etc.) Todo este proceso nos ha revelado una gran contradicción y es que la música tuvo más que nunca, un tremendo valor social, las personas se pudieron beneficiar de contenidos musicales y audiovisuales producidos por muchos artistas alrededor del mundo, gracias a internet y herramientas como el streaming, que hicieron posible levantar shows y conectar a la gente con sus artistas en distintas plataformas, contribuyendo así al bienestar y la salud mental de gran parte de los ciudadanos del mundo.