Consideraciones en el tratamiento ortodóntico en dientes endodonciados: toma de decisiones y evolución

Abstract

Durante el tratamiento de ortodoncia se producen una serie de movimientos que pueden resultar en distintos grados de afectación pulpar y reabsorción radicular. El manejo clínico se basa en la interrelación de información referente a la inflamación, la reparación de tejidos periodontales, el tipo del movimiento dental y las reabsorciones producidas, enfermedades pulpares y enfermedad periapical. 1.1. Vitalidad pulpar y el movimiento ortodóntico Cuando se produce el movimiento ortodóntico, se produce una remodelación ósea resultante de la acción de los osteoblastos y osteoclastos. Esta acción repercute principalmente al sistema nervioso-vascular de la pulpa. Este puede inducir desde respuestas degenerativas o inflamatorias hasta resultar en una necrosis del tejido pulpar del diente (1). La mayoría de estos cambios son reversibles, aunque los dientes con ápice cerrado, que han sufrido un traumatismo, que presentan lesiones de tejido por caries o con daño periodontal, parecen ser más susceptibles a cambios pulpares irreversibles durante el tratamiento de ortodoncia (2). La pulpa dental se encuentra confinada entre paredes sólidas y duras, formando un sistema de bajo sometimiento; por tanto, un incremento pequeño en la presión de tejidos ocasiona una compresión pasiva, e incluso un colapso íntegro de las vénulas en el lugar de la lesión pulpar. De esta manera, el tejido sufre un deterioro paulatinamente por un aumento desmesurado de la presión con la subsiguiente isquemia o estrangulación del tejido (7).